Tauro y Virgo: Descubre lo que dicen los astros sobre esta unión zodiacal

No se trata de una relación apasionada, pero ambos se respetan y podrán llegar muy lejos... siempre que la testarudez de Tauro no les separe

Tauro y Virgo son bastante compatibles. Ambos valoran la estabilidad, así que es fácil que se sientan atraídos el uno por el otro. Sin embargo, Tauro es un signo terco y obstinado, que puede acabar con la paciencia de Virgo. Esto no quiere decir que Tauro desencadene conflictos allí donde vaya. Al contrario, es tranquilo y de carácter agradable. Su mayor problema es la falta de flexibilidad. Cuando cree tener la razón, no hay nada ni nadie que pueda hacerle cambiar de opinión. Además, puede sufrir ataques de ira cuando alguien le saca de sus casillas, pero estos períodos de agresividad son poco frecuentes.

Por su parte, Virgo tampoco es demasiado flexible, pues se trata de una persona que analiza todo al detalle y que busca la perfección. Esto la convierte en alguien muy exigente y a veces, excesivamente crítico, lo que puede ocasionar conflictos con los demás. Sin embargo, también se trata de un signo equilibrado y estable, que empatiza con la gente, aunque no lo exteriorice. Para Virgo es muy importante ser fiel a sus valores, no se apartará de ellos en ningún momento. No suele exteriorizar sus emociones y puede parecer una persona de frío carácter, que no se interesa por relacionarse con los demás. Pero estará atenta a cualquier muestra de interés por parte de otras personas y cuando Tauro se le acerque, ella habrá analizado su comportamiento de manera exhaustiva.

Esta pareja basa su estabilidad en la admiración y el respeto mutuo. A Tauro le encanta la rapidez con que Virgo soluciona todos los problemas.Por su parte, Virgo se sentirá atraído por la fuerza de voluntad y determinación de Tauro, a pesar de que su tozudez le irrite en algunas ocasiones.

De hecho, es esta tozudez la que puede impedir que conecten completamente, porque ambos son muy firmes en sus convicciones. Cuando Tauro se bloquea, se mantiene en sus trece sin pensar en la posibilidad de que sea el otro quien tiene razón y esto resulta exasperante para Virgo. Pero si está realmente interesada en esta persona, se tomará sus arrebatos como pequeñas rencillas sin importancia y no permitirá que enturbien su relación.

En conjunto, Virgo y Tauro se llevan extremadamente bien, llegando a establecer un estrecho vínculo que se fortalece con sus intereses comunes. Además, se brindarán apoyo mutuo y serán grandes compañeros de viaje en los negocios, puesto que los dos se dirigen hacia sus objetivos sin distraerse con nada. Como pareja, forman un equipo compatible y fiable. Ambos son muy leales y están siempre dispuestos a ayudar a su compañero o compañera cuando lo necesite. Esto es muy importante para ambos y, aunque su relación puede resultar excesivamente plana o aburrida para otras personas, Tauro y Virgo sabrán introducir un punto de pasión que romperá su rutina habitual. Su historia no será la más intensa del mundo, pero pueden llegar a ser muy románticos, sin dejar de caminar sobre seguro y dar cada paso únicamente cuando tienen las cosas claras.

Lo único que podría separar a esta pareja es la extrema personalidad de cada uno de ellos. Virgo no es una persona que manifieste expresamente sus emociones y es posible que Tauro no se sienta suficientemente valorado en la relación. Además, sus buenas ideas pueden chocar con la testarudez de Tauro, que no dará su brazo a torcer. Pero si ambos ponen de su parte y se centran en todo lo que les une, lograrán restar importancia a las pequeñas cosas que les separan, superando todos los problemas y construyendo una relación duradera y fructífera.

Compatibilidad en la cama de esta pareja

Esta reticencia a mostrarse tal y como son cada uno de ellos se manifiesta con más énfasis en Virgo cuando se trata del sexo. Virgo tiene un montón de ideas entrecruzadas acerca de lo que le gusta y lo que debe expresar en la cama porque la opinión ajena le resulta muy importante. Por eso, la interacción con Tauro, que busca el placer físico por encima de todo, le permite abrirse hacia una sexualidad más en consonancia con sus deseos ocultos. Una vez que comprueba que puede pedir y hacer lo que desea sin que nadie le juzgue, se abre a una sexualidad mucho más placentera.